LA ZONA DE PADRES : El último "juguete roto"


Isabella Barrett es un ejemplo vivo de precocidad repartida entre el éxito y la aberración. Con tan solo 6 años es una reina de la belleza multimillonaria que vive como una auténtica top model de 20 o más. 

Nombrada Little Miss America 2012 y estrella del reality show Toddlers and Tiaras (en Latinoamérica Princesitas), cuenta ya con su propia firma de joyas, ropa y maquillaje. 

La jovencísima estrella y empresaria logró amasar una fortuna de nada menos que un millón de dólares en el último año. Además, la niña es imagen de la firma de juguetes Toys R Us y ha hecho un dúo musical con Eden Wood en el grupo LOL: The Girl Band




Como si de un coche se tratara, los padres de Isabella la han tuneado de los pies a la cabeza: extensiones, uñas postizas, rayos UVA, vestidos de más de 5.000 dólares... Aunque lo cierto es que rentabilidad le han sacado a su inversión. Su carrera como modelo arrancó a los cuatro años cuando Susanna, su madre, la presentó a un concurso de belleza infantil que logró ganar. 

La victoria provocó los primeros delirios de su progenitora, que la llevó al programa de televisión Toddlers and Tiaras, un concurso en el que menores de edad con el permiso de sus padres compiten por ser las más bellas sin ningún límite ético.


 


Para conseguir su propósito, la madre de Isabella invirtió 50.000 euros en ponerle a la niña extensiones, uñas acrílicas, dientes falsos, e incluso ha ido a clases para modular la voz. Isabella se viste ahora con escotes, tacones, joyas, coronas, gafas de sol, se maquilla, se pinta los labios y desfila como una modelo profesional. Escuchar hablar a esta pequeña es realmente espeluznante pues no parece una niña. 

Es evidente que lo es, pero no se comporta como tal. Se ha convertido en algo grotesco que no parece real. "Me encanta ser la jefa" o "soy una superestrella" son algunas de las frases que ha dicho en su última entrevista en el periódico Daily Mirror




Isabella se ha acostumbrado rápido a la vida de superestrella. Así, ha desarrollado un especial gusto por los hoteles de cinco estrellas y por la vida lujosa. "Siempre pide para comer lo más caro como el filet mignon y langosta… Sé que parece pomposo, pero para nosotros es divertido y forma parte de su personalidad", explica su madre. Con suerte puede que no acabe convirtiéndose en otro juguete roto del mundo del espectáculo. Con mucha suerte.













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