Un vecino de la localidad onubense de Aljaraque, Sebastián Pacheco, presentaba una denuncia contra el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva tras quedar su mujer, María Antonia Ponce, en estado de coma vegetativo una vez que salió de quirófano tras ser operada de una hernia cervical.
Pacheco relató a Efe que su mujer ingresó el cuatro de enero de 2014 con dolores en la espalda provocados por la hernia y tras llevar 12 días en el hospital "salió en una camilla, impedida". Al no mejorar, el 26 de enero la volvió a llevar al hospital y, aunque tres días después querían darle el alta, le dijeron que le iban a operar.
A María Antonia Ponce, según el relato de su marido, la llevaron a quirófano en torno a las 11 de la mañana y volvió a la habitación sobre las cinco de la tarde, "y nada más llegar a la habitación, ya reanimada, empezó a tener síntomas de asfixia, pero nadie vino a ayudarla, y sólo las enfermeras me decían que era por la sensación de haber tenido el tubo del aire durante la operación".
Sin embargo, "a las siete de la tarde, después de dos horas asfixiándose, vomitó mucha sangre y cayó de espaldas, con daños cerebrales irreversibles por la gran cantidad de tiempo que había estado sin aire".
Sebastián Pacheco señaló que en dos horas ningún médico acudió a la habitación a atender a su esposa y el tiempo que estuvo sin aire le provocó entrar en estado de coma vegetativo y daños irreversibles.
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