LA ZONA CEREBRO : La Ley del éxito


Un famoso psicólogo americano dice que actualmente, lo contrario al Valor, no es la Cobardía, sino el Conformismo. Ahí tiene usted el problema de nuestros días. Conformismo. La mayoría de las personas actúan por inercia. Sin saber por qué, sin saber exactamente lo que pretenden, ni cómo han de conseguirlo.

Earl Nightingale

El hombre se conforma con “irla pasando”. Creemos que nuestras vidas son moldeadas por las circunstancias, por las cosas que nos suceden, por influencias exteriores. Somos en efecto seres que se sienten arrastrados hacia un destino, que no hemos elegido, que desconocemos.

Generalmente cuando se le pregunta a una persona, por qué se levanta para trabajar por las mañanas, muchos no saben que responder. Se les ocurre decir, “Bueno, porque todo el mundo lo hace… O no?” Y en realidad es verdad. Trabajan porque todo el mundo tiene que hacerlo y eso es todo.


Pero volvamos a la definición de quien alcanza el éxito.
Sólo quien progresivamente va dando forma a un ideal digno, aquel que dice yo seré tal o cual cosa, y luego se pone a trabajar para realizar su meta.

Como el maestro de escuela que es maestro porque eso es lo que quería ser. Como la mujer que es esposa y madre, porque eso es lo que quería ser. Así también es un hombre de éxito el vendedor, que se hizo el propósito de llegar a ser un buen vendedor para progresar, él y su empresa.


Resumiendo, un hombre de éxito es aquel que por decisión propia, desempeña un trabajo que él escogió, porque así lo planeó con toda intención. Earl Nightingale, destinó 20 años de su vida a investigar si existe una clave que determine el destino de un hombre.

Ha querido saber si existe una clave para predecir el futuro. Y si con sólo conocerla y aplicarla adecuadamente, puede un persona garantizarse un futuro prometedor.

Pues bien… Esa clave sí existe.
Se ha puesto a considerar por qué hay personas que trabajan dura y honradamente toda su vida, sin lograr ningún triunfo que valga la pena; mientras que otras personas, sin tanto esfuerzo aparente lo logran todo. 

Con frecuencia se escuchan las frases, “…todo lo que toca lo convierte en oro”, o bien “tiene un toque mágico”. 

Se ha fijado que generalmente los que triunfan en una cosa, tienden a triunfar en otras? Y así como aquellos que fallan en algo tienden a fracasar en todo?.

He aquí el por qué. Es cuestión de metas. Algunos las tienen y otros no. El que tiene una meta, obtiene el éxito porque sabe adonde va.

Imagínese un barco a punto de zarpar su capitán y su tripulación han planeado todo el itinerario y saben exactamente cual es su destino y el tiempo que tardarán en llegar a él.


Tienen una meta perfectamente definida. En 9.999 de cada 10.000 casos ese barco llegará a su destino.

Ahora veamos otro barco exactamente igual al primero, pero sin capitán sin tripulación y consecuentemente, sin destino, ruta ni calendario. Sólo arrancamos la máquina y lo abandonamos al azar. Si acaso logra salir del puerto, seguramente encallará en alguna costa desierta y hasta quizás se hundirá. No puede llegar a salvo a ningún puerto, porque carece de metas y de guía.

Bien. Exactamente lo mismo ocurre con un ser humano. Ganarse la vida hoy en día no es para nada complicado. 

No es necesario una inteligencia privilegiada, ni un talento extraordinario, para tener un trabajo y sostener una familia. Esto es nuestra plataforma de seguridad, y eso es lo que buscamos. 

De nosotros depende la decisión de que tan arriba de esa plataforma queremos colocarnos, o si queremos conformarnos con tan solo estar en ella.

Ahora volvamos al secreto más extraordinario. Por qué se destacan los hombres con metas y fracasan los hombres que no tienen metas?


Aquí hay algo que si usted realmente lo comprende, su vida puede cambiar por completo, su vida puede ser distinta desde este mismo momento. Sus deseos se realizarán como por arte de magia, se acabarán sus problemas, y se acabarían las preocupaciones. 

Parecería como si usted irradiara buena suerte. Y lo que es más, esos momentos de miedo, de angustia, de dudas; que usted quizá haya experimentado quedarán en el pasado como una pesadilla.

Aquí está la clave del éxito y la clave del fracaso.

Nuestros pensamientos forjan nuestro destino. Voy a repetirlo. Nuestros pensamientos, forjan nuestro destino.

A través de la historia de la humanidad se han registrado diferencias de criterios entre los grandes sabios y maestros, filósofos y profetas, con respecto a diversos conceptos.


Pero todos en todas las épocas han de estar de acuerdo con este punto.

Marco Aurelio, el gran emperador romano dijo: “Los pensamientos de un hombre son su vida misma”.

Emerson expresó “El hombre es lo que durante todo el día piensa”

Williams James apuntó “El descubrimiento más notable de mi época, es que el ser humano puede alterar su vida, con sólo alterar su actitud mental” y agregó “si en lo referente a nuestro propósito, actuamos con toda sangre fría, como si ese propósito fuera ya una realidad, nuestra meta se realizará indefectiblemente y formará parte de nuestra vida misma. Se mezclará y entretejerá con nuestros sentimientos, y nuestros hábitos a tal grado que nuestro interés se convertirá en FE” también sugirió, “todo lo que añores con suficiente intensidad es casi seguro que lo logres. Si deseas ser rico, serás rico, si deseas ser culto serás culto; si deseas ser bueno, serás bueno.
Simplemente necesitas desearlo con toda tu alma, desterrando de tu corazón los deseos incompatibles con el propósito primordial”.

Winston Churchill, “tu creas tu propio universo conforme vas caminando”.

Albert Einstein, “La imaginación es todo. Es la vista preliminar de las atracciones de la Vida por venir”.

W. Clement Stone, “Cualquier cosa que el hombre pueda concebir, puede lograrse”.

Bueno. Aparentemente está muy claro, verdad? Lo increíble es que cada persona, que ha descubierto este principio, ha pensado por lo menos durante algún tiempo que ella fue la primera en descubrirlo.


NUESTROS PENSAMIENTOS FORJAN NUESTRO DESTINO, ahora encontramos más razonable el que una persona que está pensando en una meta digna y concreta alcance dicha meta, simplemente porque está pensando en ella, y nuestros pensamientos forjan nuestro destino. 

Por el contrario, el hombre que no tiene meta, no sabe a donde quiere llegar, y sus pensamientos por consecuencia, serán pensamientos confusos de ansiedad, temor y preocupación. No cosechará sino lo que siembra. Su vida se convertirá en una vida de ansiedades, de temores y preocupaciones.

Y si no piensa en nada, llegará a nada.

Cómo es que opera este fenómeno? Por qué nuestros pensamientos se convierten en realidad?
Trataré de explicárselo de la mejor forma posible.

Imagínese un campesino dueño de cierta extensión de tierra. La tierra está esperando que el campesino decida que es lo que va a sembrar. A la tierra, como a la mente, no le importa la semilla que va a recibir, tan sólo se limita a hacerla germinar y producir; y a entregar al campesino el fruto.

Supongamos que el campesino tiene dos clases de semillas, una de maíz y otras de hierba mora, una especie mortalmente venenosa, toma unas y otras y las siembra. Cuida de regarlas y abonarlas. Y qué es lo que ocurre?.

Invariablemente la tierra le entregará por igual los frutos del maíz y de la hierba mora venenosa.
Como dice La Biblia, “Así como sembráis, así cosechareis”.

Pues bien, la mente humana trabaja exactamente igual que la tierra; sólo que es mucho más fértil. Mucho mas pródiga y misteriosa. Siempre está dispuesta a recibir las semillas del éxito, así como las semillas del fracaso.

Siempre hace germinar lo mismo. La idea sana y constructiva que la confusa y destructiva.

Podríamos llamar a la mente humana el último continente inexplorado de la tierra; que contiene riquezas mucho mayores que las que hemos acariciado en nuestros sueños mas ambiciosos.

Depende de lo que queramos plantar, eso cosecharemos.


Así que decida ahora que es lo que quiere. Plante su meta en su mente. Esta es la decisión mas importante que tomará en toda su vida. Todo lo que tiene que hacer es plantar esa semilla en su mente, cuidarla y laborar en la consecución de su meta y esta se convertirá en realidad. Cómo comenzar?

- Primero. Debe entender emocionalmente al igual que con su intelecto que literalmente nuestros pensamientos forjan nuestro destino. Que debemos controlar nuestros pensamientos si vamos a controlar nuestro destino, nuestras vidas.

Es entender plenamente que “así como sembráis, así cosechareis”.

- Segundo. Eliminar todos los grilletes de la mente y permitirle a esta volar en alto tal cual fue su diseño divino. Es darse cuenta de que sus limitaciones se las impone usted mismo y que las oportunidades que tiene hoy son mucho mayores de lo que se pueda imaginar.
Es sobrepasar la miopía de la mezquindad y el prejuicio.

- Tercero. Es usar toda su fuerza y todo su valor para esforzarse en pensar de manera positiva acerca de sus propios problemas. Fijarse una meta bien definida, concreta y clara, y dejar que su maravillosa mente piense en su meta desde todo ángulo posible. Dejar que la imaginación especule libremente acerca de las muchas posibles soluciones distintas. Negarse a creer que exista alguna circunstancia lo suficientemente fuerte para descarrilar la consecución de su propósito.

Actuar rápida y contundentemente cuando su curso es claro, y continuar con la certeza de que usted está ahora en este mismo momento en medio de su propia mina de diamantes.

- Y cuarto. Ahorre cuanto menos el 10% de todo lo que gane.

También es recordar que no importa cual sea su ocupación en el presente. Tiene enormes posibilidades siempre y cuando este dispuesto a pagar el precio. A tener siempre presente estos cuatro puntos.

1º Realmente sus pensamientos van a forjar su destino.
2º Recuerde la palabra imaginación; y deje que su mente comience a volar.
3º Concéntrese con audacia en su meta todos los días
4º Ahorre el 10 % de sus ingresos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO