Durante un paseo por las caóticas salas del Museo Egipcio de El Cairo, el investigador Robert Bauval, reparó en una gran fotografía tomada por la fuerza aérea egipcia en la década de los 50 que mostraba una panorámica cenital de las tres pirámides de la meseta de Giza.
Aunque esta foto ha dado la vuelta por muchas Redes Sociales. Existen aclaraciones sobre la misma. Por ejemplo, AQUÍ se recoge una.
Los vértices de la de Keops y Kefrén discurrían en una diagonal a 45 grados hacia el sur. La pirámide de Micerinos, sin embargo, se desvía un poco hacia el este de esta línea imaginaria. La figura resultante es una réplica de la posición de las tres estrellas del cinturón de Orión que, también, forman una diagonal imperfecta.
Aunque esta foto ha dado la vuelta por muchas Redes Sociales. Existen aclaraciones sobre la misma. Por ejemplo, AQUÍ se recoge una.
Los vértices de la de Keops y Kefrén discurrían en una diagonal a 45 grados hacia el sur. La pirámide de Micerinos, sin embargo, se desvía un poco hacia el este de esta línea imaginaria. La figura resultante es una réplica de la posición de las tres estrellas del cinturón de Orión que, también, forman una diagonal imperfecta.
Según la teoría de Orión, la Gran Pirámide estaba identificada con la estrella Zeta Orionis, la pirámide de Kefrén lo hacía con la estrella Epsilon Orionis y, finalmente Micerinos era el espejo de Delta Orionis.
Robert Bauval
Para encuadrar perfectamente las posiciones de las construcciones terrestres con las estrellas de Orión, Bauval invirtió la polaridad Norte-Sur de un mapa convencional moderno de acuerdo con la noción del mundo que tenían los antiguos egipcios y otros pueblos de la antigüedad.
Gracias a un programa informático pudo determinar que las tres estrellas del cinturón de Orión encajaban con las pirámides en el 10.500 a.C.
¿Qué había llevado a los constructores de las pirámides a realizar un espejo del cielo en la Tierra? ¿Querían conmemorar algún acontecimiento ocurrido el 10.500 a.C.?
Pues bien, una fotografía que ha circulado de forma viral el mes de noviembre de 2012 ofrecía una nueva lectura de esta alineación pues el 3 de diciembre de 2012, tres astros se alinearon de nuevo con las pirámides de Giza, una circunstancia que sólo ocurre cada 2737 años.
La alineación estaba protagonizada por Mercurio, Venus y Saturno tres planetas que, al amanecer estaban situados sobre las pirámides de forma significativa, tal como Bauval dedujo que lo hacían hace 12.500 años con las estrellas del cinturón de Orión.
La alineación estaba protagonizada por Mercurio, Venus y Saturno tres planetas que, al amanecer estaban situados sobre las pirámides de forma significativa, tal como Bauval dedujo que lo hacían hace 12.500 años con las estrellas del cinturón de Orión.
Más singular es, si cabe, lo que sucedía nueve días más tarde pues, a las 6,55 del 12/12/12 estos tres planetas se alinearon con el Sol y la Luna nueva. Cabe plantearse, entonces:
¿Se construyeron las pirámides en honor a esta convergencia planetaria extremadamente rara? Y, en ese caso, ¿guardará alguna relación con el calendario maya?
Ambas civilizaciones, aunque alejadas en el tiempo y en el espacio, comparten muchas creencias y pasiones... una de ellas es, sin duda, su pasión por la astronomía.
No son pocos los que han querido relacionar sus conocimientos con instructores espaciales que fueron, posteriormente, convertidos en dioses.
Muchos aficionados a la astrología y grupos New Age determinan que el 12/12/12 es la apertura de una puerta estelar… ¿Quisieron manifestarlo de algún modo los constructores de las pirámides?
Puede que sólo sea una “coincidencia” pero, cuando las “casualidades” hacen polvo cualquier probabilidad estadística o desafían las leyes del azar, va siendo hora de plantearse en serio que ocurren cosas que no podemos explicar.
Más:
EL EFECTO RELÁMPAGO EN LA GRAN PIRÁMIDE
La Teoría del Río del Tiempo
www.gabehash.com
Teoría de la correlación de Orión
Arqueoastrología
LA PIRÁMIDE DEL "OTRO" MUNDO...
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