Los familiares de María Luz Rioja, fallecida el 15 de julio en el Hospital Maternal Virgen del Rocío de Sevilla, han interpuesto una denuncia contra este centro por una supuesta negligencia médica que habría causado la muerte de la mujer y del bebé del cual estaba embarazada.
Sevilla, 30 jul (EFE).- Los familiares de María Luz Rioja, fallecida el 15 de julio en el Hospital Maternal Virgen del Rocío de Sevilla, han interpuesto una denuncia contra este centro por una supuesta negligencia médica que habría causado la muerte de la mujer y del bebé del cual estaba embarazada.
Según informó hoy la asociación El Defensor del Paciente en un comunicado, la mujer, de 30 años y vecina de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, ingresó en el Virgen del Rocío tras diagnosticársele un proceso gastroentérico incipiente en el Hospital San Juan de Dios de Bormujos, al que acudió a consecuencia de un fuerte dolor de estómago.
A las 3:00 horas del 13 de julio, ingresó en urgencias del hospital maternal, donde permaneció en observación "sin ninguna notificación de su estado a sus familiares", según la denuncia, que asegura que "las únicas pruebas que se le practicaron fueron dos repeticiones más de analíticas y varias visitas a monitores".
La paciente, "que no dejó de quejarse en ningún momento", fue tratada con suero y Nolotil, además de con un medicamento para provocar el vómito, según los denunciantes.
Según la denuncia, al día siguiente se le trasladó a la sala de monitores y se observó que había muerto el feto, por lo que se le provocó el parto.
El día 15, la mujer fue trasladada a la UCI tras sufrir una parada cardiaca y esa mañana se le practicó la primera prueba de estómago desde su ingreso, en la que se diagnosticó una necrosis intestinal, y ese mismo día falleció.
Por su parte, el hospital afirmó en un comunicado que "en todo momento se han dispensado todos los cuidados posibles, apoyándose siempre en los datos de evidencia clínica y científica disponibles".
Según el hospital, durante las primeras 24 horas la paciente mantuvo un "buen estado general" y se le realizaron monitorizaciones periódicas, en las que se registró normalidad en el desarrollo de la gestación.
Al persistir el dolor gástrico, se le practicó una nueva prueba analítica en la que se detectó una posible pancreatitis, cuyo tratamiento no difería del que ya se administraba a la mujer.
Tras un cambio en el estado de la paciente en la noche del día 14, se le practicó otra monitorización en la que vieron que había fallecido el feto y, después, la paciente empeoró, bruscamente y entró en situación de shock, por lo que se le trasladó a la UCI.
En la UCI, continúa el hospital, le practicaron nuevas pruebas diagnósticas que indicaron anomalías en las asas intestinales que obligaron a una intervención quirúrgica, que finalmente no se realizó al detectarse una necrosis intestinal de gran extensión que era irreversible.
Según el hospital, "la complejidad diagnóstica de esta excepcional complicación abdominal, que suele darse en personas de edad avanzada, y el brusco empeoramiento de las últimas horas de esta paciente, han hecho imposible evitar tan lamentable fallecimiento". EFE
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