La zona de Padres: DE VÍCTIMAS A VERDUGOS



Como de la noche a la mañana. Aquella época estudiantil de profesores despreocupados. Y que, se limitaban a cumplir con el azote diario, la siestecita, los deberes para mañana, y el cobrar a fin de mes.
Nos encontramos, con la otra cara de la moneda.
Una moneda harta de ofrecer aquella cara en donde la victima era el alumno. Nos ofrece otra cara más cruda y más cruel. En donde la victima pasa a ser el docente.
Ahora las agresiones puntuales pero agresiones, las sufren los docentes. Bajo el dedo acusador del alumno y la mano amenazante de los padres.
Educar en casa y enseñar en la escuela. Esa es. Será y debería haber sido siempre la regla.
Pero la regla para lo único que se ha utilizado ha sido para convertir a fuerza de “reglazos” a alumnos brillantes o no. En personas que recuerdan esa etapa de su vida como la más oscura y frustrante de su infancia.
Los responsables de que la moneda nos esté enseñando la otra cara. no son los profesores, ni los políticos, ni el sistema. Somos todos en un conjunto. Y dentro de ese conjunto unos padres que permiten delegar la educación de sus hijos en “tatas” muy formalitas abuelos muy ilusionados, y a veces cansados. Y profesores que han evolucionado o no hacia un sistema que les prometía nuevos tiempos. Pero que no por ser nuevos significan buenos.
Las agresiones de las que éramos objeto en aquellos tiempos oscuros del Franquismo, ahora llevarían, a mas de un docente a casa por un tiempo e incluso a ser sancionados como cualquier infractor.
Leyes de menores a parte. No debemos olvidar que la próxima vez que la moneda nos enseñe una nueva cara, debiéramos de procurar que los perjudicados o las victimas contra quien se vuelva el dedo acusador o la mano amenazante no fuesen los progenitores de los que hoy están recibiendo una instrucción para que el día de mañana nos gobiernen. A los que si seguimos aquí estaremos ya cansados y alertados de lo que hoy pronosticamos.
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Del error se pueden sacar conclusiones. Y la mayor es que el aprendizaje que conlleva nos es de utilidad. Tanto para los padres como para los hijos. Y que no hay mejores profesores de la vida que los que ya han tropezado.
No hagamos que la educación de los hijos sea un tropiezo más. Ni que su futuro tropiece por la ignorancia de los que portan la responsabilidad.
Pues al final todos chicos y grandes buscarán un culpable. Aunque sea en las estrellas.
Y que la venda de los ojos de todos y cada uno. No les impida ver sus tropiezos y sus errores. Y, por supuesto. Que no los cometan porque olvidó que otros los cometieron antes.
Aprobada la ley de Autoridad del profesor impulsada por Esperanza Aguirre.
La presidenta ha explicado que la Ley de Autoridad del Profesor concederá a "todos los funcionarios docentes de Primaria y Secundaria la condición de autoridad pública" y que las faltas que se realicen contra ellos tendrán una "consideración más grave" que en la actualidad.

Ha señalado que situará en los equipos directivos de los centros la "responsabilidad del mantenimiento del orden", lo que compensará con una subida de retribuciones a los jefes de estudio y secretarios. También pretende que las "familias se impliquen más en el cumplimiento de las normas" establecidas en el Decreto de Convivencia de 2007, entre ellas la prohibición del uso del teléfono móvil en las clases.

La futura Ley de Autoridad del Profesor que el Gobierno regional madrileño va a impulsar no entrará en materia penal, ya que se trata de una competencia del Parlamento nacional y se limitará a desarrollar la legislación para que los docentes gocen de buen trato y consideración.

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha difundido hoy una nota, horas después de que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, haya anunciado en la Asamblea ese proyecto de ley que pretende dar respuesta a la demanda de los profesores de que se "refuerce su autoridad".

La Fiscalía General del Estado ya consideraba que los profesores de los centros públicos tienen la condición de autoridad a efectos penales y, en consecuencia, una agresión grave contra estos docentes puede ser calificada como delito de atentado contra la autoridad.
Así lo estableció la FGE en una circular remitida en diciembre de 2008 a las Fiscalías de toda España y que da lugar a un criterio que se aplica con carácter general en todo el país.

Para la Consejería de Educación madrileña la Comunidad "tiene competencias para reconocer por ley la autoridad pública de los docentes y su presunción de veracidad en informes y actuaciones".
La propuesta de la Comunidad de Madrid "no hace más que desarrollar la LOE, que en su artículo 104.1 señala que las administraciones educativas deben velar para que el profesorado reciba el trato, el respeto y la consideración acordes con la importancia social de la tarea que tiene encomendada".

La Consejería asegura que la medida afectará a los docentes de centros públicos (colegios e institutos), ya que son los que dependen directamente de la Administración Educativa.

"Esta cuestión es diferente al hecho de que la Fiscalía recomiende tratar como delitos las agresiones a los profesores. No está previsto que la futura ley autonómica entre en materia penal, que obviamente es competencia de las Cortes Generales", dice la nota.

Añade que la consideración de autoridad pública de los docentes incluye más aspectos, como la presunción de veracidad en sus declaraciones e informes, "que no se recogen en esta orden de la fiscalía".

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