LA ZONA DEL PENSAMIENTO: Tito Maccio
El amor es pérfido.
El hombre por más sabio que sea necesita del consejo de amigos sagaces en los negocios de la vida.
Buscando las cortas inciertas, perdemos las ciertas.
Causa es de perder lo seguro ir en busca de lo incierto.
El hombre es lobo para el hombre.
Enemigo es la mujer que a la fuerza se ha dado en nupcias.
Bien huele la mujer que a nada huele.
La pobreza es una maestra de todas las artes.
El pudor en las mujeres es la más rica de sus dotes.
No con la edad, sino con el ingenio se adquiere la sabiduría.
El que muere por amor a la virtud no perece.
La inquietud, el pensar, un cuidado extremo del vestido, la avidez, la pereza, la injusticia; tales son los desórdenes que acompañan de continuo al amor.
Le parece a un amante, sea cual fuere su elocuencia, que no puede pintar jamás bastante bien el fuego de su amor.
Todos los hombres se aman a sí mismos.
El hombre es un lobo para el hombre.
Por bien que hable la mujer, le esta mejor callar.
Dos mujeres son peores que una.
Es feliz en su sabiduría aquel que ha aprendido a costa ajena.
La virtud es premio de sí misma.
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