La plataforma de ecodiseño Good for Environment! (G4E!) es un ejemplo de las 153 pymes españolas presentes en la Feria Internacional de China de la Pequeña y Mediana Empresa (Cismef), en el que España es país invitado de honor de esta edición.
En el certamen, celebrado en la ciudad sureña de Cantón, conocida popularmente como "la fábrica del mundo" y que cuenta con medio millón de industrias dedicadas en su mayoría a la exportación, se reúnen proyectos de todos los sectores y abundan las iniciativas pequeñas pero innovadoras.
A través de la marca Equilicuá, la firma española -cuyos socios funcionan básicamente a través de internet y residen en lugares tan dispares como Oviedo, Barcelona, Hamburgo y Martinica- logró el éxito con dos productos creados con la premisa de que su producción deje una "huella ecológica casi cero".
El más rompedor, sin duda, es el "chubasquero de patata", una prenda impermeable fabricada con cultivos específicos de este tubérculo en una forma de agricultura no alimentaria, según explica a Efe Maite Cantón, una de las socias de G4E!
"El objetivo era crear un producto medioambientalmente responsable, en este caso, un chubasquero libre de PVC", agrega ante las numerosas muestras de interés de los inversores y fabricantes chinos que se dan cita en la feria.
El tejido del impermeable se fabrica en Orense con un bioplástico a base de fécula de patata francesa y se cose en Gijón con hilo de algodón orgánico, manteniendo los principios de sostenibilidad "ambiental, social y económica" por los que se rige la empresa.
Además de ser totalmente biodegradable, la prenda añade una bola de arcilla con semillas en su parte posterior, de manera que, cuando el usuario decide terminar de utilizarla, puede plantarla y hacerla germinar.
Estos mismos valores ecológicos llevaron a la firma a introducirse en China, el país más contaminante del mundo y, por tanto, un mercado con infinito potencial para las ideas ecológicas y el desarrollo sostenible.
Los socios de Equilicuá se trajeron el chubasquero de patata y el "econo", un disco condensador de agua para ahorrar líquido en el riego de macetas.
"Queríamos venir a China para transmitir esta filosofía y tratar de cambiar el sistema de producción y de consumo en China y por otro abrir el mercado asiático", expone Iván Martín, otro de los fundadores de la pyme española, autosuficiente en materia financiera.
La firma aspira a vender los chubasqueros en ciudades como Shanghai y también acercarse hasta Japón, por tratarse de zonas con una mayor concienciación ecológica.
La respuesta de los visitantes que se acercan a su expositor en la Cantón está siendo muy positiva, afirman, aunque reconocen que los chinos, acostumbrados a la búsqueda desaforada del beneficio económico sin preocuparse demasiado por las consecuencias, se sorprenden con sus ideas.Algunos, de hecho, llegan a acercarse el chubasquero de patata a la boca para confirmar que no se trata de un producto comestible.
"No venimos por buscar una oportunidad ante la crisis. Estamos aquí porque ya lo teníamos pensado", agregan sus responsables.
La feria Cismef es la cita anual de pymes más grande de China, con 5.000 expositores y más de 300.000 visitantes previstos.
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