LA ZONA LIBRE : Consorte de Maletín

Que yo sepa, la última vez que tuve constancia de que existían las “Consortes de maletín” a las que me refiero, fue cuando tuve conocimiento del nivel de vida de algunas Damas y esposas de algunos mandatarios, Jeques o Dictadores sanguinarios que lo abarcaban todo a su paso, dejando al pueblo en la más asquerosa pobreza e indefensión.

Pero, para sorpresa de todos ellos, si miran un poco al exterior, se sorprenderán y disfrutarán como energúmenos, al ver como en Países supuestamente desarrollados como puede ser cualquier País europeo, seguimos el ejemplo Democráticamente adaptado a nuestras necesidades de ver cómo nos desvalijan con el consentimiento del pueblo, ya que según un refrán salido de lo más Castellano dice que : “El único ladrón que roba con el consentimiento de todo un pueblo, es el elegido precisamente, por el pueblo”.

Las “Consortes de maletín” europeas o españolas, que es el caso, no viven en grandes Palacios con Reyes, ni viven en Repúblicas Bananeras, no. Aquí se llaman Pantoja, Ana Mato, Amy Martin, son la esposa de un señor que se llama Julián Muñoz, son Infantas, hijas de un Rey, pareja de un hijo de Jordi Pujol, etc.

Son Consortes de todo y de nada. De todo, porque mientras están vaciando el maletín, son las dueñas y señoras del mismo, pero cuando el maletín se pierde, dejan de ser hasta esposas o pareja sin más.  

La más famosa que me viene a la memoria tiempo atrás, quizás sea la “Collares”. Luego, la hija de esta y de un famoso Dictador español, fue “pillada” “in fraganti” en un aeropuerto español, cargada de Oro.

Y sin ir más lejos, nos encontramos en un País heredado de aquel señor, gracias a que depositó su confianza en quien mejor podía hacerlo, porque lo haría Democráticamente. O sea, vivir del cuento con la excusa de ser Príncipe y luego Rey disimuladamente. Y al mencionado Rey, le salió una Rana en la familia.

 

El público español en general, aparenta o casi,  una tranquilidad religiosa, nunca mejor dicho, ante las sorpresas Reales que ofrece la Corona, comparándose con todas esas Pantojas y políticas de maletín camuflado. 

Y digo religiosa, porque es la misma que demuestra la Iglesia española que no sale a la calle acompañada de Aznares a protestar, a no ser que lo que vaya en el maletín, sea para pagar abortos o para otros fines que no sean la Conferencia Episcopal.

El españolito de a pie, sin embargo, está que “trina” y se sube por las paredes. Ese no está tranquilo, no. Este sale a la calle y se va a la puerta de los Juzgados a tirarle tomates y huevos al de turno, mientras desfila camino de las Audiencias, caso de Urdangarines y compañía. 

Lo que no sabemos es, hasta qué punto estarían dispuestos esos españolitos para arrojar lo mismo, pero al paso de ilustres “Consortes de maletín” con títulos y padres con Corona.

Quizás lo peor de vivir en un país donde se crían tantas “Consortes de maletín”, es precisamente eso, el tener una Corona, pero que brille tan poco. Aquí lo que brillan son los maletines, no importan de donde vengan, ni porqué puerta salgan. Aquí lo que importa es que circule el maletín, sea Real o de Ministerio, de folclórica o de nuera de Presidente.

La cuestión es que ninguna pase hambre ni necesidades y que sus vástagos aprendan inglés y Catalán correctamente en Colegios de la Conferencia Episcopal.

Mientras tanto, el maletín del españolito de a pie, se puede conformar con lo que le quepa, pero que no abulte mucho, no sea que como en el caso de los envíos Postales, haya que pagar por peso.

Una buena “Consorte de maletín” se debe caracterizar siempre, por ser lo más decente posible. Estudiar bien todas sus jugadas y no fiarse de su Señor, no vaya a ser que en cualquier momento, y por ser una Dama, la traicione el ingenio que la caracteriza.

Aquí en España, la buena “Consorte de maletín”, debe procurar que el suyo no se deje ver mucho y a ser posible, ir forrado en piel de vacuno. Sólo así está garantizada una excelente tarde de Toros, porque las hay “toreras”, por aquello de dar muy buenos Pases.

La gran diferencia entre nuestras “Consortes de maletín” y las de esas Repúblicas Bananeras, es que, en sus Salones y Alfombras y en las manos de sus señores, no hay manchas de sangre. Por lo menos, en la mayoría de los casos. Por ahí nos salvamos.  

Arturo65

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