Antonio González Bellido se subió a una grúa en Nerva, a 40 metros de altura, para reclamar los 1750.000 euros que le debe la empresa granadina Garasa-Esñeco.
El hombre natural de Cartaya tuvo que disolver su empresa Bellido Revestimientos y echar a una decena de trabajadores, en parte, por la crisis económica y el parón de la construcción y, en parte, por los impagos que estaba acumulando.
Las facturas pendientes de pago suman 360.000 euros y la mayor parte corresponde a la empresa granadina, lo que ayer le llevó a actuar de forma temeraria en la mayor de las promociones que se ejecutan en la Cuenca Minera en Nerva.
Sobre las 18.00 horas bajó tras lograr el compromiso de que la Junta de Andalucía iba a mediar por tratarse de viviendas de protección oficial.

El empresario tomó la decisión porque "el banco amenaza con ir en contra mía, quitarme la casa, el coche y todo lo que tengo y no voy a consentir que mi familia se quede en la calle por las deudas", explicó ayer.

Una vez en tierra, Antonio González se mostró esperanzado que pueda salir de la difícil situación económica a la que ha llegado. Ayer por la tarde se reunión con Domingo Domínguez y Juan Antonio Millán, alcalde de Cartaya, así como con un representante de la Junta de Andalucía para "ver qué se puede hacer", explicó el afectado.
V. Navarro-Y.S. / Nerva-Huelva | Actualizado 20.11.2009 - 05:01
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