De nuevo se recurre al tan traido y llevado diágnóstico del "Será un virús", para mandar a un bebé a casa. Cuando, en realidad, el virus era el de la Gripe A.
El pasado 29 de octubre, José Manuel Cortés González y su esposa Carolina Ribes Sánchez llevaron a su hija de diez meses a Urgencias del Hospital de Maternidad de Granada con fiebre, moco y tos, donde fue desestimada por los facultativos sólo para morir horas después. La pequeña Sheila tenía décimas de fiebre desde el día antes y al ver que suministrándole Paracetamol no mejoraba, decidieron llevarla el jueves, 29, a las 13.30 horas al centro de Salud de Albolote, donde viven. Por varias razones, ese día no hubo servicios de pediatría allí, por lo que se desplazaron hasta la capital y fueron atendidos enseguida.
La doctora en Urgencias les comunicó a los padres que lo más probable era que se tratase de un virus estacional y tras hacerle una pequeña revisión a la pequeña les dijo que le dieran paracetamol para la fiebre, un medicamento para estimular la función respiratoria y para echar los mocos. Los padres insistieron en que la pequeña ya llevaba dos días con fiebre de más de 38º y que tenía historial de síndrome de West (epilepsia), por el que estaba siendo tratada. La doctora les repitó que la niña estaba bien pero con la garganta un poco roja y, si no mejoraba en 24 horas, que la volvieran a llevar.
Esa tarde la pequeña no mostró señales de mejora y sobre las 21 horas, Carolina le dijo a su marido que volvían a Urgencias porque la niña no estaba bien. Sheila estaba casi sin respirar, con la lengua dada media vuelta y se estaba poniendo morada. El padre le intentó abrir el conducto respiratorio introduciendo su dedo en la garganta de la pequeña. Una vez en el Maternal, los médicos le suministraron oxígeno e intentaron cogerle una vía, pero según los padres la niña no tenía coagulación ni la circulación en condiciones óptimas. La paciente fue trasladada a la UCI pero al tener la garganta prácticamente cerrada, no pudieron entubarla. Fue entonces cuando la neuróloga les comunicó a los padres que Sheila había muerto. Tenía un pulmón totalmente blanco con neumonía y el otro dañado por el intento de entubarla pero finalmente no pudieron salvarle la vida.
Tras velar a la pequeña, los padres decidieron que le iban a realizar la autopsia y fue trasladada al Instituto Anatómico Forense de Granada. El sábado, una vez finalizada la autopsia, la pequeña fue llevada a la Iglesa de Albolote para su funeral. En ese momento, José recibió una llamada de la neuróloga del Maternal, quien le comunicó tras hacerle a la niña la prueba del moco que se había muerto de gripe A. Los padres acusan a la facultativa de urgencias de pediatría del Hospital Maternal que les atendió de una total negligencia médica, por no haberles hecho caso al acudir a este servicio unas horas antes del fallecimiento. La familia ha contratado los servicios de un abogado, Alfonso de Rojas Torres, que exigirá responsabilidades. Por otra parte, los vecinos de Albolote se muestran indignados por que en un pueblo con más de 18.000 habitantes sólo tengan dos facultativas de pediatría en el centro de Salud y que cuando las dos están fuera a la vez, el SAS no cubra la plaza.
Hasta el momento han fallecido en España 64 personas por Gripe A.
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