La zona Histórica: VIVIR SOBRE LA FOSA



La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica denunció en el juzgado de Moguer (Huelva) la construcción de una urbanización en la localidad de La Palma del Condado en un área en la que están enterradas unas 200 personas en una fosa común.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Aurelio Guerra, explicó que esta acción tendría una paralela por parte de su partido, con la presentación de un escrito en el Ayuntamiento, gobernado por el PP, "para que se preserve la zona y se expropie si es necesario".


La asociación intentó que se exhumaran los restos, "y por supuesto que no se construyera nada en el perímetro donde está la fosa".

Guerra aclaró que el proyecto contemplaba que sobre el área de la fosa común iría una zona verde con una plaza y dotaciones deportivas, aunque entendió que "ahí no se debe construir nada".


Ante esta situación, este grupo de personas acudió a la zona para detener al operario de la excavadora, que abandonó la zona cuando comenzaron las protestas, según el relato del presidente de la citada asociación, Rafael López.
Un grupo de vecinos de La Palma del Condado impidió que una excavadora removiera el terreno donde se encuentra localizada la fosa, donde están construidas 119 viviendas.

La Asociación de la Memoria Histórica aseguró que cuenta con testimonios que avalarían la petición de la entidad, y reclamaba que se realizaran los desenterramientos antes de que el desarrollo urbanístico del municipio terminara por edificar la plaza en cuyo subsuelo se encontrarían los cadáveres.

Por ello, pidió que se realizaran catas arqueológicas y que los cuerpos fueran inhumados en el cementerio del municipio.


Ignacio Ávila Pinto, es hoy el vicepresidente de la Asociación de Memoria Histórica de Andalucía de la Campiña y el Condado de Huelva.

Ávila es nieto de una fusilada por las tropas rebeldes contra la II República.

Él y otros 80 vecinos de La Palma y pueblos de alrededor, se concentraron ante la fosa común para hacer saber a todos sus peticiones.

Luego, volvió al lugar. Esta vez, acompañado de Rosario Díaz, de 77 años y Manuela Pinto, de 79, que es su tía.


A Rosario le asesinaron a su padre, Celedonio, un tonelero socialista, en los primeros meses de la guerra, siendo ella sólo una cría. A Manuela, le mataron a su madre, Ignacia Domínguez, y a dos hermanos de ésta, que eran sindicalistas.


"Mi padre está enterrado aquí", afirmaba con toda seguridad Rosario. "Lo sé porque unos niños se lo dijeron a mi hermano al poco de que se llevaran a mi padre.

Le dijeron 'a tu padre lo han matado aquí y lo han enterrado en ese montón'. Fui yo la que se lo comuniqué a mi madre", continuó la mujer.

En el caso de la madre de Manuela, no hay seguridad de dónde descansa. Y esa duda es una herida abierta.

A Manuela todavía le duele hablar. Y no puede evitar llorar cuando repite que no quiere morirse sin antes haber llevado flores a la tumba de su madre.


Voces como la de Rosario y de testigos de los fusilamientos permiten a la Asociación de la Memoria afirmar que allí se encuentran los 200 asesinados.
Unos días en los que los franquistas cebaron las tumbas improvisadas del pueblo.



Los datos de estudiosos citados por la Asociación de la Memoria Histórica elevan los asesinados a unos 500, dentro de una población que rondaba los 8.000 habitantes. "La impresión que dejó la matanza en todos fue enorme. Y todavía se nota el miedo a la hora de hablar.


Hemos sacado testimonios con cuentagotas", reconocen miembros de la asociación.
Así que no les ha sorprendido las reacciones, no sólo de muchos vecinos, sino también del Ayuntamiento y de la propia constructora, a los que acusan de una total falta de sensibilidad con sus peticiones.


Ubicada frente al Centro de Salud de La Palma del Condado, se encuentra la fosa cubierta de cesped.

El Ayuntamiento, regido por Juan Carlos Lagares, se negó a hacer declaraciones.
El promotor y, a la vez familiar del ya ex Alcalde, José Antonio Lagares, dijo que la zona donde se presume que se encuentra la fosa común estaba destinada para una plaza con espacios verdes y de recreo y "allí no se va a meter ninguna excavadora para sacar tierra ni nada", aseveró.

El promotor se quejaba vehementemente de que a él "nadie" a ido a consultarle, al tiempo que desconfía de que allí existan restos de fusilados.

Septiembre de 1935. La bandera Republicana ondea en el Ayuntamiento Palmerino.


Ignacio Ávila, lamentó la situación de la fosa y aseguró que “la única esperanza” es que en las próximas elecciones cambie el Gobierno municipal, o la Ley de Memoria Histórica se modifique y “obligue al Consistorio a levantar el parque y a exhumar la fosa”.

Ávila apuntó que después de que el Juzgado de La Palma del Condado archivara la causa, la asociación del Condado está pendiente de las actuaciones que realicen otras asociaciones a nivel estatal.

“No hay nada que obligue al Ayuntamiento de La Palma a abrir la fosa, ya que quien tiene que promover su apertura es el juzgado”, se lamenta.

Esta última decisión es la que le comunicó el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo.


El Defensor del Pueblo Andaluz pidió al Ayuntamiento en un escrito que tuviera “sensibilidad” y que se reuniera con los familiares de las personas que fueron enterradas en su día en la fosa de este municipio.

Sin embargo, indican desde la Asociación de Memoria Histórica, el Ayuntamiento “no ha contestado a esta petición y no ha hecho nada”.


Un ramo de flores recuerda a las víctimas y al ignominioso trato de las autoridades para con la memoria de quien yace bajo el viejo Cementerio.

Fue en el año 2008, cuando las excavadoras de la constructora “estuvieron trabajando y removiendo el terreno del antiguo cementerio, donde se encuentra la fosa”, cuando recurrieron a José Chamizo como Defensor del Pueblo Andalúz.

Pese a esta situación, Ávila mostró su alegría por el sistema pionero que ha puesto en marcha la Diputación de Huelva.

El archivo permite la consulta por Internet del archivo digitalizado de los consejos de guerra instruidos a onubenses entre 1936 y 1943.

Gracias a estos archivos, se demuestra que “la fosa común está ubicada en el antiguo cementerio de la Soledad y se conocen los nombres y apellidos de los que fueron fusilados y enterrados en este lugar en 1937″.


Ávila aseguró que la asociación “seguirá luchando y tomando medidas para que la situación de las fosas no queden en el olvido”.

Independientemente del rumbo que tomen los acontecimientos con la última declaración de la Junta al incluir esta Fosa en el Catálogo, en 2013, se inició una Construcción paralizada curiosamente, cuando curiosamente también, el Alcalde J.C. Lagares, dimite de su cargo tras 19 años. Curiosamente, por tanto, cabe plantearse la duda de si hay alguna relación entre este "Mutis por el Foro" del Alcalde, la paralización de las Obras y la Catalogación del terreno en donde se ha vuelto a edificar por segunda vez, en este caso para un edificio que hará las funciones de Casa Hermandad de una Cofradía.

El vicepresidente de la asociación recuerda “la indignación y la decepción” que sufrieron tras el acuerdo al que se llegó en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para paralizar la exhumación de todas las fosas comunes de la Guerra Civil, autorizadas por el juez Baltasar Garzón.














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