Varios autobuses recorren ciudades aplicando el castigo con la inyección letal en el país donde se ejecuta a más personas.

China, el país donde más ejecuciones se llevan a cabo y desde este año cuenta con una flota de autobuses diseñados para aplicar el castigo. En 2005 el país ejecutó a 1.770 personas, según Amnistía Internacional.
Los fabricantes del 'autobús de la muerte' (la empresa Jingua, entre otros) contaron a USToday que su producto es una "alternativa civilizada" al tiro en la nuca, pues en el interior de los patíbulos ambulantes lo que se utiliza es la inyección letal.
No obstante, el tiro en la nuca se sigue empleando mayoritariamente en China.
Cada autobús cuesta entre 35.000 y 73.000 euros (depende del tamaño), y está dividido en tres partes: la zona del conductor, una zona de observación y la sala de ejecución.

En la zona de observación, separada por una mampara del área de ejecución, caben seis personas. Una de ellas es siempre un oficial que da órdenes por walkie-talkie.
Todas las ejecuciones son grabadas en vídeo y luego ofrecidas a los agentes de la ley de cada pueblo.
Los fabricantes calculan que este sistema supone un gran ahorro para los ayuntamientos, que no tienen que construir instalaciones permanentes para ejecuciones.
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