La zona insólita: ARROJARSE EN MARCHA O LOS EFECTOS DEL ALCOHOL

La Guardia Civil, que detuvo al conductor en estado ebrio, investiga ahora si la joven se arrojó desde el vehículo o fue empujada.


Los investigadores de la Guardia Civil tratan de esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte de Sandra M. A., una vecina de La Rábita de 32 años, cuyo cadáver fue hallado en un barranco en Albuñol.

La mujer viajaba en un coche que conducía un hombre de 50 años con el que mantenía una relación cercana desde hacía un par de semanas cuando, por causas que se desconocen, abrió la puerta y se tiró o cayó del vehículo.

El único relato de los hechos lo aporta el varón que viajaba con Sandra en el coche y que fue detenido por un delito contra la seguridad del tráfico al arrojar una tasa de alcoholemia que superaba los 0,60 miligramos de alcohol en sangre.

A pesar de esto, al hombre no se le vincula directamente con la muerte de Sandra.

El incidente tuvo lugar sobre las tres de la madrugada. Sandra y su acompañante viajaban en coche por la A-345 en dirección a Albondón.

En un momento dado y por causas que se desconocen, la mujer abrió la puerta del vehículo que estaba en marcha y saltó, según habría declarado el conductor.

Al percatarse de lo que había ocurrido, el hombre condujo hasta el centro de salud más cercano para informar de que la mujer había caído por un barranco.

Los facultativos alertaron a la Guardia Civil. Sanitarios y guardias encontraron el cuerpo sin vida de Sandra, que había rodado varios metros por un barranco para caer cerca de un invernadero.

El levantamiento del cadáver se produjo sobre las cinco y el cuerpo sin vida de Sandra se trasladó al Instituto de Medicina Legal de Granada.

Al hombre le tomó declaración la Guardia Civil al tiempo que le practicaban la prueba de alcoholemia. La elevada tasa de alcohol que presentaba provocó que se le imputara un delito contra la seguridad en el tráfico y salió en libertad tras contar a los agentes lo ocurrido.

Familiares de Sandra relataban apenados que la mujer había tenido problemas con la bebida desde hace algún tiempo. Hace un año siguió un tratamiento de rehabilitación, pero no había tenido éxito.

Aún así, se extrañaban de que Sandra hubiera saltado de un coche en marcha, por lo que confiaban en que la investigación policial pudiera esclarecer del todo lo ocurrido en la madrugada del martes.

«Era una mujer lista y no tenía ningún motivo para saltar de un coche en marcha voluntariamente», apuntaba uno de sus familiares.

Sandra tenía una hija de cinco años con la que residía habitualmente en casa de su madre, en La Rábita.
La mujer no estaba trabajando actualmente y hacía muy poco tiempo que se relacionaba con el conductor del coche.

Tras efectuársele la autopsia, el cuerpo fue trasladado por la tarde al tanatorio de La Rábita donde sus familiares pudieron velarla.

Fuentes de la Guardia Civil apuntaron que entre la pareja implicada en el accidente no había habido ningún episodio de violencia doméstica.

El conductor había encadenado varios trabajos montando invernaderos en la costa granadina y en Canarias, donde residió un tiempo.

Tras prestar declaración ante la Guardia Civil durante la madrugada, se acercó al tanatorio para dar el pésame a la familia de Sandra, con la que llevaba poco tiempo saliendo.

La joven recibió sepultura en su pueblo.






09.12.09 - 02:01 -


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